Una de las cosas que digo en mi Blog es que mi propósito es iluminar con mis cuadros y mi historia a otras personas, para conseguir que cada vez seamos más los que despertemos y entre todos construyamos un Mundo mejor.
Esto es algo muy general, por eso ha llegado el momento de contar mi historia, de una forma más íntima, cercana y personal. Os prometí que en este Blog abriría la puerta de mi alma, y voy a hacerlo.
Puede ocurrir en la vida, que a pesar de tener todo lo que siempre nos han contado que debemos tener para ser felices (trabajo estable, familia, hijos, hogar, amigos, viajes...) notamos una especie de vacío, que no sabemos lo que es, ni porqué nos sucede, pero está ahí.
Y para tapar este vacío, hacemos miles de planes, millones de actividades: comidas, cenas, viajes, salidas, mucho Netflix...para estar anestesiados, para no pensar. Porque no somos capaces de estar solos con nosotros mismos, e identificar qué es lo que estamos sintiendo.
Si a priori está todo en orden en nuestra vida ¿qué está pasando?
De cara a la galería lo está, pero internamente se están moviendo muchas cosas.
¿Os ha ocurrido esto? ¿Lo estáis viviendo en este momento? ¿Os sentís identificados?
Yo lo viví hace aproximadamente un año.
Quien nos conoce sabe que algo está pasando, o quizás no, porque lo sabemos disimular.
Para mí fue un momento del que no podía hablar, porque no sabía cómo expresarlo en palabras, no sabía qué estaba sucediendo exactamente.
Ahora que tomo distancia lo puedo contar, porque creo que hay mucha gente en este mismo punto. Amigas íntimas, cuando hablamos lo describen igual y muchos conocemos a alguien que se siente así y no es capaz de avanzar. Pienso que con mi historia puedo ayudarles a hacerlo.
Antes de ese momento, llevaba años en el camino del autoconocimiento y desarrollo personal, lo que me ayudó a entender que estaba en un punto de inflexión. Era el momento de avanzar, descubrir nuevos talentos y crecer personalmente.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Sin darme cuenta, poco a poco, y sin planearlo, empecé a cambiar hábitos de mi vida que no mellenaban. Empecé a dejarme guiar por el corazón. Era como si el alma me estuviera indicando el camino para encontrar mi bienestar y mi tranquilidad. Para conectar conmigo, con mi esencia.
- Empecé a pasar más tiempo sola, conectada con el mar, porque me da paz y muchísima tranquilidad.
Fijaros si necesitaba mar que ¡empecé a hacer surf en pleno mes de Enero! Solamente por la necesidad de sentir esa conexión con la naturaleza dentro del agua de mar.
Y empezar así un sábado es mucho más interesante que pasar el polvo ¿no os parece?
En ese momento decidí que mi vida iba a ser un verano constante independientemente del mes del año que fuera ¡y hasta el momento así lo está siendo!
- Empecé a meditar a diario, porque necesitaba calmar mi mente.
¿Sabéis esa sensación de que la cabeza va a estallar porque los pensamientos golpean con fuerza y a veces parece que entramos en bucle? Describo la meditación como un spa para la mente…Ya no puedo pasar sin empezar el día meditando. Me da lo necesito para vivir tranquila, relajada y en paz conmigo misma.
- Cambié hábitos y rutinas que no me llenaban. A muchos nos pasa que por inercia hacemos cosas que no nos gustan, no tenemos por qué hacerlas, nadie nos obliga, y sin embargo seguimos y seguimos ¿por qué? Es hora de cuestionarnos nuestra forma de vida y dejar atrás lo que está de más. El hacerlo dejará paso a nuevas situaciones, personas y viviencias, las que necesitamos para avanzar, desarrollarnos y crecer.
- Incluso he cambiado mi alimentación por otra más alineada con mi nueva forma de vida. Un cambio de conciencia, porque el mundo y los animales necesitan que todos pongamos nuestro granito de arena para poder convivir de forma más sana, coherente y sostenible.
- Me he quitado capas de maquillaje. Los que me conocéis sabéis que antes era incapaz de salir a la calle sin maquillar y perfectamente arreglada. Ahora soy capaz de hacer directos en Instagram sin filtros, recién llegada de la playa, con un moño y con la cara lavada. Simbólicamente es como quitarme la máscara para ser yo misma. ¡Es genial sentirte libre, segura y feliz!
- Y por último La pintura,mi gran descubrimiento. No me cansaré de decirlo,gracias a mi hermano y alma gemela. El me impulsó a pintar, a encontrar mi centro, y a dejar de buscar fuera lo que tenía dentro.
La pintura ha sido para mí un punto de inflexión en mi vida. Un espacio donde conecto conmigo misma, espacio de auto conocimiento, desarrollo y crecimiento personal.
Y como lo ha sido para mí, me encantaría que lo sea para ti también, te explico cómo.
Todos podemos hacer un gran cambio en nuestra vida que nos lleve a despertar y avanzar, crecer. El cambio que queremos ver en el mundo debe empezar por nosotros mismos.
El momento en que inicié mi proceso cambio, el que me lleva a ser yo misma y conectar con mi esencia (lo mejor de mi), me lo recuerdan mis cuadros y a ti te lo pueden recordar también.
Busca entre mis obras esa con la que conectas. La que te da energía, te hace vibrar y la que al mirarla te va a recordar que ¡Tú también puedes!
Será como tu mantra, que con mirarla te va a inspirar y a dar la fuerza que necesitas para convertirte en la persona que estás destinada ser.
Y si no la encuentras entre las que he creado hasta ahora dame un objeto personal, cuéntame tu historia y yo hago un cuadro único y especial para ti, que vibre contigo.
Será tu amuleto. Un cuadro con el que conectes y te recuerde toda tu vida como empezó tu cambio de conciencia, para llegar a ser quien debes ser ¡Tu Mism@!
Este es el cuadro que me lo recordará a mí siempre: Playa de Berria, allí empezó todo.
Elige el tuyo en mi galería y escríbeme.
Yo me he abierto y he contado algo muy íntimo, nunca lo había hecho. Tenemos el chatsi quieres que hablemos y podemos pensar en el plan de acción para que el momento de ser tu mism@ empiece ya.
Porque cuando nos conocemos y somos nosotros mismos es cuando empieza el gran viaje
¡y no nos lo podemos perder!
